Cómo cambiar fluorescente a LED paso a paso y sin errores

En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para hacer una sustitución correcta y segura, sin complicaciones ni riesgos. Desde las razones para hacer el cambio, hasta cómo identificar los tipos de tubos y sistemas de conexión, pasando por los errores más comunes que debes evitar. Te guiaremos paso a paso para que puedas disfrutar de todas las ventajas de la tecnología LED sin dudas ni preocupaciones.
Motivos para hacer el cambio de fluorescente a LED
Cambiar un fluorescente por un tubo LED no es solo una cuestión de modernizar la iluminación. Existen múltiples razones prácticas, económicas y ecológicas que hacen que esta transición sea una decisión inteligente:
- Ahorro energético
Los tubos LED consumen entre un 50 % y un 70 % menos energía que los fluorescentes tradicionales. Esto se traduce en una factura eléctrica mucho más baja, especialmente si tienes varias luminarias funcionando durante muchas horas al día.
- Mayor durabilidad
Un tubo LED puede durar entre 25.000 y 50.000 horas, frente a las 10.000 o 15.000 de un tubo fluorescente. Esto reduce considerablemente el coste de mantenimiento y la necesidad de recambios frecuentes.
- Encendido instantáneo
Los tubos LED se encienden de forma inmediata, sin parpadeos ni esperas. Olvídate de ese zumbido característico de los fluorescentes o del parpadeo molesto al arrancar.
- Sin sustancias tóxicas
Los fluorescentes contienen mercurio, un componente peligroso para la salud y el medioambiente. Los tubos LED no lo tienen, lo que los hace más seguros y sostenibles.
- Calidad de luz superior
Los LED ofrecen una luz más nítida y de mejor calidad, con distintos tonos de color y sin parpadeos. Además, permiten una mejor reproducción de los colores, lo que mejora la visibilidad y el confort visual.
- Reducción de emisiones
Al consumir menos electricidad, los tubos LED contribuyen directamente a la disminución de emisiones de CO₂. Por lo tanto, cambiar a LED es una forma directa de fomentar un entorno más sostenible.
En definitiva, si buscas una forma de reducir costes, mejorar la calidad de la luz y apostar por la sostenibilidad, el cambio a la iluminación LED es la mejor opción posible.
¿Se puede cambiar un tubo fluorescente por un LED directamente?
La pregunta es común: ¿basta con quitar el tubo fluorescente e insertar el LED en el mismo portalámparas? La respuesta es: depende.
Hay tubos LED diseñados para funcionar con el balasto y el cebador existentes, lo que permite una instalación más sencilla, pero no siempre es así. En muchos casos será necesario modificar el cableado o sustituir el cebador por uno compatible con LED.
Por tanto, antes de cambiar el tubo, es fundamental saber qué tipo de instalación tienes:
- ¿Lleva balasto electromagnético o electrónico?
- ¿Tiene cebador o no?
- ¿El tubo LED que has comprado es compatible con la instalación existente?
Responder a estas preguntas te evitará sustos, errores de conexión o incluso dañar el nuevo tubo LED. En los siguientes apartados te enseñamos cómo identificar los tipos de instalación y cómo hacer el cambio de forma segura.
Tipos de tubos fluorescentes antiguos y compatibilidad con LED
Antes de instalar un tubo LED, conviene identificar qué tipo de tubo fluorescente tienes actualmente. Aunque a simple vista todos se parecen, hay diferencias clave:
Tubos fluorescentes T8
Son los más comunes. Tienen 26 mm de diámetro y se utilizan en instalaciones con balasto electromagnético y cebador. Son los más fáciles de reemplazar por tubos LED.
Tubos fluorescentes T12
Más gruesos (38 mm) y menos eficientes. Aunque se encuentran en instalaciones más antiguas, también se pueden sustituir por tubos LED con adaptadores específicos.
Tubos fluorescentes T5
Tienen 16 mm de diámetro y funcionan con balasto electrónico, sin cebador. En estos casos, el cambio es más delicado, ya que no todos los tubos LED son compatibles con este tipo de instalación.
Compatibilidad con LED
Los tubos LED también vienen en versiones T5, T8 y T12, pero lo importante es saber si el nuevo tubo es:
- Compatible con balasto electromagnético: puedes instalarlo sin quitar el balasto ni el cebador.
- Compatible con balasto electrónico: algunos lo son, pero hay que consultarlo en las especificaciones del fabricante.
- De conexión directa a red (bypass): requieren eliminar el balasto y el cebador y conectar directamente a 230V.
Conocer estos datos te ahorrará tiempo y dinero.
Cambiar fluorescente por LED con y sin cebador
La presencia de cebador en tu instalación determina el tipo de trabajo que deberás hacer para sustituir el tubo fluorescente por uno LED. Veamos ambos casos.
¿Qué es un cebador LED y cuándo se necesita?
El cebador es un pequeño cilindro que ayuda a encender los tubos fluorescentes en instalaciones con balasto electromagnético. En instalaciones con tubos LED, no cumple esa función, pero algunos tubos LED necesitan un cebador LED especial, que simplemente cierra el circuito sin provocar el parpadeo de encendido.
Cuándo se necesita un cebador LED
- Si tu instalación tiene balasto electromagnético.
- Si tu tubo LED es compatible con este tipo de balasto.
- Si el tubo LED no es de conexión directa a red.
En este caso, solo tienes que quitar el cebador tradicional y poner el cebador LED (suele venir incluido con el tubo).
¿Qué pasa con la reactancia en estos casos?
La reactancia o balasto electromagnético es un componente que regula la corriente en los tubos fluorescentes. Aunque puede seguir funcionando con algunos tubos LED, lo ideal es eliminarla para reducir el consumo energético y evitar posibles fallos.
En instalaciones antiguas, el balasto puede generar un consumo innecesario (hasta 10W por cada tubo), incluso cuando se usa un LED. Además, si se estropea, puede quemar el tubo LED.
Por eso, en muchas instalaciones se recomienda hacer un bypass completo, eliminando tanto el balasto como el cebador, y conectando los cables directamente a fase y neutro (según el tipo de tubo LED que compres).
Esquema para cambiar un tubo fluorescente por LED
Aquí te dejamos un esquema básico para que veas cómo hacer la sustitución paso a paso, tanto si conservas la reactancia como si haces un bypass:
Caso 1: instalación con cebador y balasto (compatible)
- Desconecta la corriente eléctrica.
- Retira el tubo fluorescente antiguo.
- Sustituye el cebador por un cebador LED.
- Coloca el nuevo tubo LED.
- Enciende la luz y verifica que funciona correctamente.
Caso 2: instalación con bypass (sin balasto ni cebador)
- Desconecta la corriente.
- Elimina el balasto y el cebador.
- Conecta los cables directamente a los pines de entrada del tubo LED (verifica si es de alimentación por un solo lado o por ambos).
- Instala el tubo LED.
- Reconecta la corriente y comprueba que todo funcione.
Consulta siempre el esquema que proporciona el fabricante del tubo LED. No todos los modelos se conectan igual.
¿Qué alumbra más: un fluorescente o un tubo LED?
A nivel de luminosidad efectiva, los tubos LED suelen ofrecer un rendimiento muy superior al de los fluorescentes. Esto se debe a varios motivos:
- Direccionalidad: el LED emite luz en una sola dirección, mientras que el fluorescente la dispersa, lo que significa más pérdida de luz útil.
- Eficiencia lumínica: los LED pueden alcanzar hasta 150 lúmenes por vatio, frente a los 60-70 lúmenes por vatio de un fluorescente.
- Mejor distribución de luz: al no necesitar reflectores, la iluminación LED es más uniforme.
En la práctica, un tubo LED de 18W puede ofrecer más luz útil que un fluorescente de 36W, y con mejor calidad de color. Así que sí: los tubos LED iluminan más, mejor y con menos energía.
Errores comunes al cambiar de fluorescente a LED
Para cerrar este artículo, recopilamos los fallos más habituales que se cometen al cambiar de fluorescente a LED y que deberías evitar:
- No cortar la corriente eléctrica antes de manipular: puede provocar un cortocircuito o una descarga.
- Instalar el tubo LED sin quitar el cebador antiguo: puede dañar el tubo o impedir que funcione.
- Conectar el tubo LED al revés: algunos funcionan solo si la corriente entra por un lado específico.
- No eliminar el balasto cuando es necesario: consume energía innecesariamente y puede generar fallos.
- Comprar tubos incompatibles con tu instalación: asegúrate de revisar las especificaciones del tubo LED.
- No revisar las conexiones tras la instalación: si hay cables sueltos o mal conectados, puedes tener parpadeos o fallos de encendido.
Con una instalación bien hecha, te aseguras de que tu sistema de iluminación LED funcione de forma segura, eficiente y duradera.
Cambiar a LED: un paso inteligente que empieza con un buen asesoramiento
Como hemos visto a lo largo del artículo, cambiar un fluorescente por un tubo LED tiene muchas ventajas: desde un ahorro económico inmediato, hasta una mejora significativa en la calidad de la luz y en la eficiencia energética. Hemos repasado los tipos de tubos, los sistemas de conexión más habituales, los pasos que debes seguir según tu instalación y los errores a evitar para que tu cambio sea un éxito.
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