Proyectos innovadores de bajo impacto ambiental
Por todos es sabido la actual crisis ambiental que atraviesa la Tierra consecuencia de nuestras actividades insostenibles.
Consumo descontrolado, explotación de los recursos naturales existentes sin medida, generación de residuos a un ritmo mucho mayor que la capacidad de la Tierra para absorberlos y otras acciones poco responsables con nuestro entorno.
Las advertencias sobre la situación crítica que atraviesa el planeta y los efectos devastadores que ello puede provocar en la humanidad, nos alertan de que hay que actuar inmediatamente.
En este sentido, hoy queremos hacer un repaso por algunas innovaciones con un impacto ambiental bajo o nulo que pueden ayudarnos a revertir el cambio climático y sus consecuencias.
1. Hormigón ecológico
¿Sabías que la industria cementera es responsable de al menos el 8% de emisiones de GEI —gases de efecto invernadero—? La producción del cemento requiere de una serie de procesos químicos que suelen ser muy contaminantes. Además, se necesita alcanzar una temperatura elevada para lo que normalmente se emplean combustibles fósiles.
Es por ello que se ha innovado en esta industria dando lugar a diferentes tipos de hormigón ecológico según su composición. Se han estudiado varias mezclas que funcionan perfectamente y en algunos casos aportando una mayor resistencia. Un ejemplo de composición ecológica es el que incluye cenizas de centrales de carbón, hormigón reciclado y fibras de latas de aluminio. Aunque sin duda, el que más nos llama la atención es el que utiliza partículas diminutas de las raíces de las zanahorias entre otros compuestos.
2. Muebles de madera con periódicos de papel
¿Te has parado a pensar el impacto ambiental que supone la constante tala de árboles? Como ya sabes los árboles tienen, además de proveernos de madera, la función de captar dióxido de carbono y generar el oxígeno necesario para la vida.
Con el fin de evitar el impacto ambiental de la deforestación y pensando en reciclar las enormes cantidades de papel empleado diariamente en la producción de periódicos, Mieke Meije ha desarrollado ‘Newspaperwood’, un material similar a la madera hecho a partir de diarios. Su similitud es tal que en el proceso de fabricación se le añaden las vetas que tiene la madera.
3. Agua potable del mar
Pese a que a la Tierra se le conozca como el ‘Planeta Azul’ el agua dulce se reduce al 3-4% de la totalidad. El resto, aproximadamente entre el 96% y 97% corresponde a agua salada.
Esto a largo plazo supone un problema ya que hay que desalinizar el agua salada para transformarla en dulce y ello supone un coste económico elevado y un impacto ambiental a tener en cuenta.
Sin embargo, la desalinización puede dejar de ser un inconveniente gracias a la labor del investigador Jeff Ong, quien ha desarrollado una máquina para tratar el agua salada que incluye enormes ventajas. La principal es que es capaz de eliminar hasta el 99.9% de la sal con un rendimiento mayor a los sistemas actuales y con una menor cantidad de energía.
4. Climatizador ecológico
La climatización de nuestra vivienda requiere un cantidad de energía importante para su funcionamiento. Es cierto que en la actualidad podemos encontrar equipos muy eficientes, aunque su impacto ambiental sigue siendo un inconveniente.
No obstante, continúan apareciendo fórmulas sostenibles y al alcance de la mayoría como es el caso de ‘Eco Cooler’. Se trata de un climatizador desarrollado en Bangladesh que no necesita electricidad para funcionar lo que hace posible que pueda ser utilizado en cualquier lugar.
Solo necesitas un tablero y algunas botellas de plástico para refrescar tu vivienda. Una vez armado se coloca en una ventana con los cuellos de botella hacia el interior de la vivienda y por la diferencia de presión, el aire caliente que entra por la parte más gruesa de la botella es convertido en aire más fresco al salir por el cuello de esta.
5. Cápsulas comestibles de agua
Si hace unos años te dicen que podrás ‘comer’ agua, obvio no te lo crees. El pasado mes de abril, durante la maratón de Londres, se repartieron cápsulas rellenas de agua o bebida energética.
Están formadas por bioplásticos procedentes de las algas lo que hace que su descomposición se vea reducida, tardando aproximadamente de 4 a 6 semanas y no años como las botellas convencionales de plástico.
Alternativas como estas son las que hacen que el impacto ambiental de nuestro paso por la Tierra sea mucho menor.
Es cierto que se trata de proyectos y creaciones avanzadas que requieren de cierto ingenio y pericia, sin embargo, no necesitamos inventar cosas nuevas, bastará con atender a nuestra forma de vida para cambiar nuestros hábitos y hacerlos más sostenibles.