Purgar los radiadores, una tarea sencilla que te puede ayudar a ahorrar más

¿Sabías que la simple tarea de purgar los radiadores te puede ayudar a ahorrar en tu factura? ¡Hoy te contamos cómo!
21 ago 2023
Purgar los radiadores, una tarea sencilla que te puede ayudar a ahorrar más
Purgar los radiadores es una tarea muy fácil que poca gente realiza… ¡Y se olvidan de que es necesario! Al no purgar, se producen bombas de aire que pueden hacer menos eficiente la calefacción.

¿Por qué debes purgar los radiadores?

Si notas que tu calefacción no calienta bien o tal vez, solo sucede en uno o varios radiadores, es probable que necesites purgar. Cuando esto sucede, la caldera trabaja el doble ya que nunca llega a la temperatura programada.

Si lo que quieres es ahorrar y mantener la eficiencia en tu vivienda, lo mejor que puedes hacer por tu bolsillo y por la salud de tus radiadores es… ¡Purgar!

¿Cuándo purgar los radiadores?

El momento perfecto del año para hacerlo es antes de empezar la temporada de calor, por eso se recomienda Septiembre u Octubre. No conviene esperar a que las temperaturas bajen y sea el momento de encender, porque no podremos realizarlo.

¿Cómo purgar los radiadores?

Es algo sencillo pero tedioso. Te llevará un rato, por lo que ten todo preparado por antelación. Lo primero es comprobar si necesitas purgar: pasa la mano por encima, si está más fría que la parte inferior significa que tiene aire.

Ahora que ya sabes que debes purgar, apaga la caldera y espera a que estén fríos. Una vez hecho, empezamos con el radiador más cercano a la caldera, siguiendo el flujo. Coloca un recipiente debajo de la llave del radiador, de forma que evitemos que el agua inunde el suelo.

Gira la llave con un destornillador. Una vez se abra, saldrá aire seguido de un chorro de agua no uniforme. Debes cerrar cuando el chorro sea uniforme, debe ser un chorro de agua fluido. Eso significa que el aire ya ha salido.

Revisa la presión de la caldera cada vez. Debe estar entre 1 a 1,5 bares. Esto es así porque al purgar suele bajar la presión. Ahora solo tienes que repetir con el resto de radiadores, siguiendo el flujo del agua.

Una vez lleguemos a los dos últimos, cerramos uno de ellos y dejamos uno abierto. Después, hacemos lo opuesto, dejando siempre uno abierto. Cuando todo funcione como toca, podemos empezar a abrir uno a uno el resto, comprobando que funcionan bien.

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