¿Sabes cómo purgar los radiadores para este invierno?
La razón por la que debes purgar los radiadores
¿Has notado que tu calefacción no calienta bien? ¿El termostato de la caldera no salta por lo que nunca llega a la temperatura? ¿Tienes la calefacción encendida pero está frío? Esto y más son los síntomas que tu caldera te manda para decir que debes realizar una purga. ¡Y debe ser ya!
De no hacerlo, esto significaría un gasto más alto de energía ya que el sistema no funciona de forma eficiente. Si lo que quieres es ahorrar, es mejor que te pongas manos a la obra.
Cuándo debo purgar los radiadores
El mejor momento es antes de la temporada, para evitar así el gasto extra en nuestra factura. Entre Septiembre y Octubre suele ser el rango, pero esto depende de tu uso. No esperes a que bajen las temperaturas y necesites hacer uso de ella, ya que entonces funcionará a "medio gas" con lo que eso conlleva.
Cómo purgar los radiadores
Es una tarea sencilla que puedes realizar tú mismo, ¡no necesitas nada especial! Lo único: ármate de paciencia y deja una tarde libre, porque tendrás que ir poco a poco. Recuerda que el purgado se hace con la caldera apagada y los radiadores fríos.
Comprueba si necesita un purgado
Lo primero de todo es comprobar si realmente necesitas purgar o no. Enciende la calefacción, pasa la mano por el radiador. Si la parte de arriba está más fría que la de abajo significa que hay aire dentro del circuito, por lo que necesitas purgar.
Sigue el flujo del agua
Debes ir primero al radiador más cercano a la caldera. Este será nuestro punto inicial. Para hacer todo este proceso más profesional, cierra la llave de agua antes de abrir para garantizar un correcto equilibrado.
Ahora, coloca un cazo bajo la llave de paso del radiador y gira la llave con un destornillador. En cuanto se abra, empezará a salir aire —y es posible que huela mal— junto al agua, pero el flujo no será uniforme. Cuando veas que el flujo es uniforme, cierra la llave.
Recuerda revisar la presión de la caldera para asegurarnos de que está en los niveles correctos —1-1,5 bares— cada vez que purges un radiador, ya que al abrir se baja la presión.
Cuando termines, deja cerrado el radiador. Ahora solo debes seguir con el resto de radiadores. Recuerda seguir el flujo del agua, ir de uno en uno y comprobar hasta que salga un flujo uniforme.
Cuando te quedan dos radiadores
En este punto, cerrarás uno y te quedarás solo con uno de ellos. Purgaremos ese y después, lo abriremos para poder purgar el otro. Recuerda tener siempre uno abierto y funcionando.
Volver sobre tus pasos
Una vez hayas revisado los dos últimos, es hora de ir hacia atrás, abriendo uno a uno los radiadores y comprobando que todo funciona como debe.
Contrata el seguro de Acis y deja que un experto lo haga por ti
¿Sabías que nuestro seguro cubre una limpieza y purga de los radiadores? Además, revisamos el estados de las válvulas, de la instalación, desperfectos… ¡Todo! Así, te olvidas del problema. Pero este es solo uno de los muchos servicios que incluye. Si te interesa puedes contratarlo aquí.